(heb. «'ãlûkãh»).
Mencionada en
Es bien conocida su avidez insaciable; una sanguijuela de tamaño medio consume unos 16 g. de sangre. En Oriente hay diversas especies de estos animales que infestan las charcas y las aguas tranquilas. Cuando aún son pequeñas, penetran por la boca de las personas y animales que beben de esta agua; fijándose en la garganta, provocan hemorragias en ocasiones muy peligrosas.