Este nombre sugeriría a los hebreos la gran cantidad de lirios que crecen en la región. Importante ciudad residencial de los reyes de Persia (Neh. 1:1; Est. 1:2), en la provincia de Elam, sobre el río Ulai (Dn. 8:2). Allí tenía el rey almacenes. Assurbanipal se apoderó de esta ciudad durante una campaña alrededor de los años 642-639 a.C. Más tarde, quedó sometida a los reyes de Caldea. La familia real, a la que pertenecía Ciro, el conquistador de Babilonia, reinaba sobre Ansán, que parece haber sido un distrito al este de Elam. Cuando Ciro hubo fundado el imperio persa, elevó Susa al rango de capital, honor que compartió con Ecbatana y Babilonia. Al entrar Alejandro Magno en Susa (el año 331 a.C.) se apoderó de los grandes tesoros que se guardaban en la ciudad. El año 317 a.C., Antígono la volvió a tomar. Susa comenzó entonces su decadencia, pero más tarde resistió la invasión musulmana.

Esta ciudad está situada sobre el Karkeh, a unos 240 Km. del golfo Pérsico. Sus ruinas más importantes se encuentran dentro de un espacio de unos 2 Km. de largo por casi 1,5 de ancho. El perímetro mide unos 5 Km. Si se engloban las ruinas diseminadas algo más lejos, el perímetro alcanza entonces entre los 9 y 11 Km. El conjunto está formado por una serie de tells, el principal de los cuales ha sido explorado desde que en el periodo de 1884-1886 una expedición francesa inició unas excavaciones. Jacques de Morgan descubrió en este tell el Código de Hammurabi en el año 1901. También ha sido excavado el palacio real, decorado maravillosamente con ladrillos esmaltados en colores, y con numerosos motivos en relieve. Es muy posible que éste fuera el palacio en el que se dieron las fiestas y banquetes del Asuero del libro de Ester (Est. 1:2, 3, 9; 2:18; etc.).


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