(del heb. «lamad», enseñar, significa «enseñanza», «doctrina»).

Vasta recopilación de tradiciones judías relativas al AT, y a todas las ramas de la vida civil, moral, filosófica, jurídica y médica, así como religiosa, del judaísmo. Su antigüedad se remonta al siglo IV d.C.

Bajo el pretexto de preservar la Ley, base religiosa y jurídica de la comunidad judía, los rabinos la rodearon, después del cautiverio, de una sutil exégesis llamada Midrás (véase MIDRÁS). Esta interpretación, en ocasiones muy original y libre, de la Ley de Moisés, da nuevas prescripciones, normas de conducta que se debían seguir para el culto y el derecho (los «haIâkoth»). La interpretación de las secciones históricas del Pentateuco dio relatos y leyendas (la «Haggada»). Sin embargo, por respeto a la ley mosaica, estos «midrashim» no debían ser transmitidos de generación en generación más que oralmente, aunque su autoridad llegaría finalmente a ser equiparada a la de la Ley.

Entre los autores reputados de estas tradiciones midrásicas se pueden citar Hillel, Shammai y Gamaliel, este último maestro de Saulo de Tarso (Hch. 22:3). Sus sucesores («tannaim») crearon las Escuelas talmúdicas de Palestina, de las que Jamnia fue la más célebre.

A comienzos del siglo III d.C., Yehuda Hanâsî, un rabí, fijó por escrito las numerosas tradiciones que ciertos doctores judíos, como Akiva y R. Meier, habían ya redactado en escritos clandestinos. Esta obra recibió el nombre de Misná (enseñanza). (Véase MISNÁ.)

Más tarde, cuando ya florecían, junto con las Escuelas palestinas, las célebres Escuelas rabínicas de Babilonia, los doctores de estas diversas academias («amoraim») resolvieron escribir comentarios de la Misná. Estos comentarios recibieron el nombre de «Gemaras» (estudio definitivo). Redactados en arameo, estos Gemaras, el de Palestina y el de Babilonia, permanecen inacabados.

El Talmud está compuesto por la Misná y los Gemaras. En realidad, hay dos Talmuds: un Talmud palestino, llamado Talmud de Jerusalén, que fue acabado en el siglo V, y un Talmud babilonio, llamado Talmud Babli. Este último, que es el que tiene la mayor autoridad entre los judíos, fue acabado definitivamente hacia el año 500.

El Talmud de Jerusalén fue impreso por primera vez en Venecia en 1523. El Talmud babilonio fue asimismo impreso en Venecia por primera vez por Daniel Bomberg, entre 1520 y 1523. El primero está traducido al francés (trad. de Moisés Schwab, 1ª ed. en 12 vols., París, 1871-1890), mientras que el segundo está traducido al alemán (trad. Lazarus Goldschmidt, 1ª ed. en 8 vols., Berlín y Leipzig, 1899-1921; reed. en 12 vols., 1930-1936). Si bien los Talmuds no interesan de una manera directa a los cristianos, por el hecho de que se trata nada más que de una inmensa recopilación de normas y doctrinas judías, de las que además una gran cantidad son totalmente ajenas a la letra y al espíritu del AT, tienen sin embargo un gran interés de orden histórico para todos los que conocen y aman la Biblia. Mediante los Talmuds se conocen las seculares costumbres judías, que de otra manera ignoraríamos. Sus comentarios, que tienen que ver con todos los campos del conocimiento a lo largo de los cinco primeros siglos de nuestra era, son de gran valor para los estudios arqueológicos e históricos del pueblo judío. Es lamentable que el antisemitismo de la Edad Media haya mutilado o suprimido una gran cantidad de pasajes relacionados con Jesús. Sin embargo, a pesar de estas lagunas, el historiador cristiano y el exegeta reconocen al Talmud una verdadera importancia para la interpretación, no sólo del AT, sino también del NT. La Misná encierra tradiciones que se remontan al siglo I a.C., y numerosos pasajes iluminan la época del Señor Jesús y las costumbres de sus contemporáneos (cfr. por ejemplo las prescripciones pascuales y la Cena del Señor). También hay muchos otros pasajes que, por su oposición a las enseñanzas del Señor y por su estricto legalismo, nos llevan a comprender claramente las censuras de Jesús a los fariseos de Su época, y la distancia que separa al judaísmo ortodoxo de todos los siglos del Evangelio de Jesucristo.

Bibliografía:

«Talmud», en Jewish Encyclopaedia (reed., New York, 1960);

Enciclopedia Judaica-Castellana (México, 1948-1952);

Ginzburg, I.: «El Talmud» (Buenos Aires, 1943).


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