Además de las tentaciones generales a las que se alude en Hebreos (
- A. La primera tentación tenía como objeto intentar que abandonara el camino de dependencia. Hacer pan de las piedras para satisfacer Su hambre hubiera significado que dejaba de esperar en Dios; el verdadero camino del hombre es vivir de toda palabra de Dios, depender de Él en todas las circunstancias. La primera tentación es notable al hacerse patente que Satanás sabía a quién se estaba dirigiendo (cfr.
Mt. 4:3 ). - B. La segunda tentación fue la de poner a prueba la fidelidad de Dios a Su palabra pretendiendo que Cristo se arrojara desde una gran altura, apelando a la promesa de que los ángeles lo sostendrían. Satanás citó este pasaje, pero omitiendo la importante sección de que los ángeles le guardarían «en todos Sus caminos» (
Sal. 91:11, 12 ). La tentación era a que abandonara Su camino, lo que hubiera sido poner a Dios a prueba, tentarlo (Mt. 4:7 ). - C. La tercera tentación fue ofrecer al Señor toda la gloria de este mundo, si adoraba a Satanás. En ello mismo se descubrió como el Adversario. Cristo le respondió que sólo Dios debe ser adorado, y ordena a Satanás que se vaya. Todos los reinos de este mundo serán de Cristo en el tiempo que Dios ha señalado, y Cristo espera hasta entonces. Sin embargo, ¡cuántos hombres han dado su adoración a Satanás, de una manera u otra, para conseguir migajas de gloria o posesiones mundanas!
Se debe señalar que el Señor, al responder a Satanás, cita en cada ocasión del libro de Deuteronomio, en el que Israel es contemplado como a punto de entrar en la Tierra Prometida. Esta misma arma está a disposición del cristiano. La Palabra de Dios recibe el nombre de «Espada del Espíritu» (
Bibliografía:
Chafer, L. S.: «Teología Sistemática» (Publicaciones Españolas, Dalton, Georgia, 1974);
Kelly, W.: «Christ tempted and sympathizing», en The Bible Treasury, oct. 1894/feb. 1895 (H. L. Heijkoop, Winschoten, Holanda, reimpr. 1969);
Kelly, W.: «Lectures on the Gospels» (Bible Truth Publishers, Oak Park, Illinois, reimpr. 1970);
Lacueva, F.: «La Persona y la Obra de Jesucristo» (Clíe, Terrassa, 1979).