El término más comúnmente traducido «tienda» es «ohel», que se traduce muchas veces «tabernáculo». Otros términos son «sukkah» (2 S. 11:11) y «kubbah», que sólo aparece en Nm. 25:8. Era un abrigo portátil empleado por los nómadas, los pastores, los soldados (Gn. 4:20; 25:27; Jue. 8:11).
Con frecuencia, la tienda era de un tejido negro hecho de pelo de cabra (Cnt. 1:5). Eran fijadas al suelo mediante cuerdas unidas a estacas (Éx. 35:18; Is. 54:2). La tienda, redonda o alargada, se podía dividir en varias estancias mediante cortinas.
El término tienda tiene, en algunas ocasiones, el sentido general de morada (Gn. 9:27; 1 R. 8:66; 2 R. 13:5; Jb. 8:22; Sal. 84:10 (lit. «tiendas de maldad»); Jer. 30:18; Lm. 2:4; Zac. 12:7; Mal. 2:12). Nuestro mismo cuerpo es comparado a una tienda (2 Co. 5:1-8).
Las tiendas se hacían de muy diversos materiales, desde pieles y cabello hasta lino para las pequeñas. Pablo y Aquila eran fabricantes de tiendas (Hch. 18:3). Tarso, la ciudad natal del apóstol Pablo, era conocida por la manufactura de tiendas, que se hacían comúnmente de cilicio, un fuerte tejido de largo pelo de cabras de la provincia de Cilicia, y con el que se hacían también sacos.