Ciudad así llamada en honor de Ptolomeo Filadelfo (285-246 a.C.). Éste era el nombre que tenía en los tiempos de Pablo. En la actualidad se llama Akkõ, como con anterioridad a este cambio de nombre. Los Cruzados le dieron el nombre de San Juan de Acre. Su nombre antiguo, Akkõ, significa «arenas ardientes». En ocasiones, los hebreos le daban el nombre de Acasaf (Jos. 11:1; 12:20; 19:25). Se halla situada sobre un pequeño promontorio de la costa palestina, a poco más de 40 Km. al sur de Tiro. La ciudad está frente al monte Carmelo, desde el otro lado de la bahía de Acre. Fue asignada a la tribu de Aser, que no la ocupó (Jue. 1:31). En los tiempos de Oseas se rindió a Salmansar, rey de Asiria (Ant. 9:14, 2). Durante el reinado de Assurbanipal sufrió hostigamientos asirios. El nombre de Tolemaida le fue dado casi un siglo a.C.
Ciudad clave para la entrada de la Galilea, puerto marítimo y terminal de las rutas comerciales de Decápolis y de Arabia, adquirió suma importancia política (1 Mac. 5:15, 21, 55; 10:1; Ant. 13:12, 2 ss.). Es en esta ciudad que Jonatán Macabeo fue pérfidamente asesinado (1 Mac. 12:48; Ant. 13:6, 2). Un gran número de judíos halló refugio dentro de sus murallas (Guerras 2:18, 5). En esta ciudad surgió pronto una comunidad cristiana. Pablo pasó allí un día con los hermanos durante su último viaje a Jerusalén (Hch. 21:7). Tolemaida vino a ser después la sede de un episcopado cristiano. Los árabes le restituyeron su antiguo nombre de Akkõ, que los Cruzados franceses corrompieron a Acre. En el año 1191, Felipe Augusto, rey de Francia, y Ricardo I, rey de Inglaterra, la conquistaron. Desde el año 1229 pasó a ser propiedad de los Caballeros de San Juan, por lo que fue frecuentemente conocida como San Juan de Acre. Más tarde cayó en manos de los turcos otomanos. Jazzar Pachá fue un notable gobernante por su ferocidad, mereciendo el titulo de «el matarife», y reforzó sus defensas en 1799. Aquel mismo año Napoleón la asaltó, pero fue vencido y se retiró rápidamente a Siria. Una flota británica contribuyó decisivamente a la derrota de Napoleón al acudir en auxilio de Jazzar. En 1832, San Juan de Acre fue arrebatada al sultán de Turquía por uno de sus súbditos, Ibrahim Pachá, hijo de Mohamed Alí, gobernador de Egipto. En 1840 una intervención anglo-austríaca devolvió la ciudad a Turquía. Durante la Primera Guerra Mundial, en 1917, los ingleses se apoderaron de la ciudad, pasando a formar parte de su administración de Palestina. Finalmente, en la guerra de la Independencia de Israel, en 1948, Akkõ, que había sido entregada por los ingleses a los árabes antes de retirarse de Palestina, fue tomada por las fuerzas del naciente Estado de Israel.