Este término denota una excelencia moral motora de acciones rectas y dignas.
En el AT, Moisés escogió varones virtuosos para que le ayudaran en la tarea de juzgar al pueblo de Israel (Éx. 18:21-25).
Rut recibe el calificativo de mujer virtuosa (Rt. 3:11). La mujer virtuosa es la corona de su marido (Pr. 31:10), y en Pr. 31:10 ss. se describen sus excelencias.
Las virtudes cristianas deben ser lo que llene la mente del cristiano (Fil. 4:8); en 2 P. 1:5, la virtud es efecto de la fe en acción; los cristianos somos «pueblo adquirido por Dios» con el objeto de anunciar «las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable» (1 P. 2:9).