Compromiso voluntario a consagrarse a Dios, o a consagrarle un hijo o los propios bienes. Bajo el imperio del temor, o del deseo, los hombres de todas las naciones tienen la tendencia a hacer votos que se comprometen a cumplir (
El primer voto mencionado en la Biblia es el de Jacob en Bet-el. En este voto le prometió a Dios el diezmo de todos sus ingresos, y de levantarle un lugar de culto si Él lo bendecía en su viaje (
Bajo la Ley, los israelitas no estaban obligados a hacer votos, pero, si se prometían voluntariamente, había la obligación de cumplirlos puntualmente. La Ley daba también instrucciones acerca de los casos excepcionales en los que fuera imposible su cumplimiento (
Los únicos casos de votos en el NT son el de Pablo (o de Aquila, en opinión de algunos) en Cencrea, que está envuelto en un velo de misterio, y el de los cuatro varones de Jerusalén (