Explicación, estudio y comentario bíblico de Eclesiastés 10:11-14 verso por verso
Si la serpiente muerde antes de ser encantada, de nada sirve el encantador.
Las palabras de la boca del sabio son agradables, pero los labios del necio causan su propia ruina.
El comienzo de las palabras de su boca es necedad, y el final de su hablar es locura nociva.
El insensato multiplica las palabras, aunque el hombre no sabe lo que ha de suceder. Y lo que habrá de ser después de él, ¿quién se lo declarará?