Explicación, estudio y comentario bíblico de Eclesiastés 3:10-17 verso por verso
He considerado la tarea que Dios ha dado a los hijos del hombre para que se ocupen en ella.
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; también ha puesto eternidad en el corazón de ellos, de modo que el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin.
Yo sé que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse y pasarlo bien en su vida.
Y también, que es un don de Dios que todo hombre coma y beba y goce del fruto de todo su duro trabajo.
Sé que todo lo que Dios hace permanecerá para siempre. Sobre ello no hay que añadir ni de ello hay que disminuir. Así lo ha hecho Dios para que los hombres teman delante de él.
Aquello que fue ya es, y lo que ha de ser ya fue. Dios recupera lo que ya pasó.
Además, he visto debajo del sol que en el lugar del derecho allí está la impiedad, y que en el lugar de la justicia allí está la impiedad.
Y yo dije en mi corazón: “Tanto al justo como al impío los juzgará Dios, porque hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace”.