Explicación, estudio y comentario bíblico de Eclesiastés 4:7-21 verso por verso
Otra vez me volví y vi esta vanidad debajo del sol:
Se da el caso de un hombre solo y sin sucesor que no tiene ni hijo ni hermano; pero no cesa de todo su duro trabajo ni sus ojos se sacian de riquezas ni se pregunta: “¿Para quién me afano yo privando a mi alma del bienestar?”. También esto es vanidad y penosa tarea.
Mejor dos que uno solo, pues tienen mejor recompensa por su trabajo.
Porque si caen, el uno levantará a su compañero. Pero, ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante!
También si dos duermen juntos se abrigarán mutuamente. Pero, ¿cómo se abrigará uno solo?
Y si uno es atacado por alguien, si son dos, prevalecerán contra él. Y un cordel triple no se rompe tan pronto.
Mejor es un muchacho pobre y sabio que un rey viejo e insensato que ya no sabe ser precavido;
aunque aquel para reinar haya salido de la cárcel, o aunque en su reino haya nacido pobre.
Vi a todos los vivientes debajo del sol caminando con el muchacho sucesor que estará en lugar del otro.
Era sin fin todo el pueblo que estaba delante de él. Sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos con él. También esto es vanidad y conflicto de espíritu.