Explicación, estudio y comentario bíblico de Eclesiastés 5:10-17 verso por verso
El que ama el dinero no quedará satisfecho con dinero, y el que ama las riquezas no tendrá beneficio. También esto es vanidad.
Cuando los bienes aumentan, también aumentan los que los consumen. ¿Qué provecho, pues, tendrán sus dueños aparte de verlos con sus ojos?
Dulce es el sueño del trabajador, haya comido poco o haya comido mucho; pero al rico no lo deja dormir la abundancia.
Hay un grave mal que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por su dueño, para su propio mal;
o aquellas riquezas que se pierden en un mal negocio. Y al engendrar un hijo nada le queda en la mano.
Como salió del vientre de su madre, desnudo, así volverá; tal como vino se irá. Nada de su duro trabajo llevará en su mano cuando se vaya.
Este también es un grave mal: que de la misma manera que vino, así vuelva. ¿Y de qué le aprovecha afanarse para el viento?
Además, consume todos los días de su vida en tinieblas con mucha frustración, enfermedad y resentimiento.