Explicación, estudio y comentario bíblico de Eclesiastés 5:2-3 verso por verso
No te precipites con tu boca ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
Pues de la mucha preocupación viene el soñar; y de las muchas palabras, el dicho del necio.