Explicación, estudio y comentario bíblico de Eclesiastés 7:5-14 verso por verso
Mejor es oír la reprensión del sabio que oír la canción de los necios.
Porque la risa del necio es como el crepitar de las espinas debajo de la olla. Esto también es vanidad.
Ciertamente la opresión entontece al sabio, y el soborno corrompe el corazón.
Mejor es el fin del asunto que el comienzo. Mejor es el de espíritu paciente que el de espíritu altivo.
No te apresures en tu corazón a enojarte, porque el enojo reposa en el seno de los necios.
No digas: “¿A qué se deberá que los tiempos pasados fueron mejores que estos?”. Pues no es la sabiduría la que te hace preguntar sobre esto.
Mejor es la sabiduría con posesiones, y es una ventaja para los que ven el sol.
Porque la protección de la sabiduría es como la protección del dinero, pero la ventaja de conocer la sabiduría es que da vida a los que la poseen.
Considera la obra de Dios. Porque, ¿quién podrá enderezar lo que él ha torcido?
En el día del bien, goza del bien; y en el día del mal, considera que Dios hizo tanto lo uno como lo otro, de modo que el hombre no puede descubrir nada de lo que sucederá después de él.