Explicación, estudio y comentario bíblico de Eclesiastés 9:15-18 verso por verso
Y se encontraba en ella un hombre pobre, pero sabio, el cual con su sabiduría libró a la ciudad. Pero nadie se acordaba de aquel hombre pobre.
Entonces dije: “Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque el conocimiento del pobre sea menospreciado y sus palabras no sean escuchadas”.
Las palabras del sabio, oídas con sosiego, son mejores que el grito del que gobierna entre los necios.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra, pero un solo pecador destruye mucho bien.