Explicación, estudio y comentario bíblico de Efesios 6:1-49 verso por verso
Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo.
Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa),
para que te vaya bien y vivas largo tiempo sobre la tierra.
Y ustedes, padres, no provoquen a ira a sus hijos, sino críenlos en la disciplina y la instrucción del Señor.
Siervos, obedezcan a los que son sus amos en la tierra con temor y temblor, con sinceridad de corazón, como a Cristo;
no sirviendo solo cuando se les esté mirando, como los que quieren quedar bien con los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo la voluntad de Dios con ánimo.
Sirvan de buena voluntad, como al Señor, no como a los hombres,
sabiendo que el bien que haga cada uno eso recibirá de parte del Señor, sea siervo o libre.
Y ustedes, amos, hagan con ellos lo mismo, dejando las amenazas porque ustedes saben que el mismo Señor de ellos y de ustedes está en los cielos, y que no hay distinción de personas delante de él.
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza.
Vístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las intrigas del diablo;
porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales.
Por esta causa, tomen toda la armadura de Dios para que puedan resistir en el día malo y, después de haberlo logrado todo, quedar firmes.
Permanezcan, pues, firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, vestidos con la coraza de justicia
y calzados sus pies con la preparación para proclamar el evangelio de paz.
Y sobre todo, ármense con el escudo de la fe con que podrán apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Tomen también el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios,
orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los santos.
Y también oren por mí, para que al abrir la boca me sean conferidas palabras para dar a conocer con confianza el misterio del evangelio
por el cual soy embajador en cadenas; a fin de que por ello yo hable con valentía, como debo hablar.
Ahora bien, para que también ustedes sepan cómo me va y qué estoy haciendo, todo les informará Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor.
Por esto mismo lo he enviado a ustedes para que sepan lo tocante a nosotros y para que él anime sus corazones.
Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor incorruptible.