Explicación, estudio y comentario bíblico de Esdras 10:11-19 verso por verso
Ahora pues, hagan confesión al SEÑOR, Dios de sus padres. Cumplan su voluntad, y apártense de los pueblos de la tierra y de las mujeres extranjeras.
Entonces toda la congregación respondió y dijo en voz alta: — Sí, haremos conforme a tu palabra.
Pero el pueblo es numeroso y el tiempo es lluvioso; no tenemos fuerzas para permanecer afuera. Además, no es una tarea de un día ni de dos, porque somos muchos los que hemos transgredido en este asunto.
Que se queden nuestros magistrados en lugar de toda la congregación, y que todos aquellos en nuestras ciudades que han tomado mujeres extranjeras vengan en tiempos determinados, y junto con ellos los ancianos y los jueces de cada ciudad, hasta que se haya apartado de nosotros el furor de la ira de nuestro Dios por este asunto.
Solo Jonatán hijo de Asael y Jaazías hijo de Ticva, apoyados por Mesulam y Sabetai el levita, se opusieron a esto.
Así lo hicieron los que habían sido cautivos. Fueron apartados el sacerdote Esdras y algunos hombres, jefes de sus casas paternas, todos ellos designados por nombre. Y se sentaron el primer día del mes décimo para investigar el asunto.
Y el primer día del mes primero concluyeron la investigación de todos aquellos que habían tomado mujeres extranjeras.
De los hijos de los sacerdotes que habían tomado mujeres extranjeras fueron hallados los siguientes: de los hijos de Jesúa hijo de Josadac y de sus hermanos: Maasías, Eliezar, Jarib y Gedalías.
Ellos se comprometieron a despedir a sus mujeres, y su ofrenda por la culpa fue de un carnero del rebaño, por su delito.