Explicación, estudio y comentario bíblico de Esdras 5:11-16 verso por verso
Nos dieron respuesta diciendo: “Nosotros somos siervos del Dios de los cielos y de la tierra y reedificamos el templo que había sido construido hace muchos años, el cual fue construido y terminado por un gran rey de Israel.
Pero por cuanto nuestros padres provocaron a ira al Dios de los cielos, él los entregó en mano de Nabucodonosor el caldeo, rey de Babilonia, quien destruyó este templo y llevó cautivo al pueblo a Babilonia.
No obstante, en el primer año de Ciro, rey de Babilonia, el rey Ciro dio una orden para que esta casa de Dios fuera reedificada.
También los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalén y los había llevado al templo de Babilonia, el rey Ciro los sacó del templo de Babilonia, y fueron entregados a un hombre llamado Sesbasar a quien había puesto como gobernador.
Él le dijo: ‘Toma estos utensilios, ve y deposítalos en el templo que está en Jerusalén, y que la casa de Dios sea reedificada en su lugar’.
Entonces aquel Sesbasar vino a Jerusalén y reparó los cimientos de la casa de Dios. Desde entonces hasta ahora se está edificando, pero aún no se ha terminado”.