Explicación, estudio y comentario bíblico de Esdras 6:8-12 verso por verso
Por mí es dada la orden de lo que han de hacer con esos ancianos de los judíos, para construir esta casa de Dios: Los gastos de aquellos hombres sean puntualmente pagados de los recursos del rey, de los tributos de Más Allá del Río, para que no cese la obra.
Se les dará cada día, sin falta, lo que sea necesario: novillos, carneros y corderos para los holocaustos al Dios de los cielos, trigo, sal, vino y aceite, conforme a lo que digan los sacerdotes que están en Jerusalén,
para que ofrezcan sacrificios de grato olor al Dios de los cielos y oren por la vida del rey y de sus hijos.
También he dado órdenes que a cualquiera que altere este decreto le sea arrancada una viga de su casa, y él sea clavado empalado en ella, y que por ello su casa sea convertida en un montón de escombros.
Que el Dios que hizo habitar allí su nombre derribe a todo rey o pueblo que extienda su mano para alterarlo o destruir esa casa de Dios que está en Jerusalén. Yo, Darío, doy este decreto. Sea llevado a cabo con diligencia.