Explicación, estudio y comentario bíblico de Esdras 8:22-23 verso por verso
Pues tuve vergüenza de pedir al rey una tropa de soldados y jinetes que nos defendieran del enemigo en el camino, porque habíamos hablado al rey diciendo: “La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que lo buscan, pero su poder y su furor están sobre todos los que lo abandonan”.
Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios acerca de esto; y él nos fue propicio.