Explicación, estudio y comentario bíblico de Ester 1:10-17 verso por verso
En el séptimo día, estando el corazón del rey alegre a causa del vino, mandó a Mehumán, a Bizta, a Harbona, a Bigta, a Abagta, a Zetar y a Carcas (los siete eunucos que servían personalmente al rey Asuero),
que trajeran a la presencia del rey a la reina Vasti con su corona real, para mostrar su belleza a los pueblos y a los gobernantes; porque ella era de hermosa apariencia.
Pero la reina Vasti rehusó comparecer, a pesar de la orden del rey enviada por medio de los eunucos. El rey se indignó muchísimo, y se encendió su ira.
Entonces el rey, conforme a la costumbre real de consultar con los que conocían la ley y el derecho, preguntó a los sabios conocedores de los tiempos
(hizo que se acercaran a él Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, siete magistrados de Persia y de Media que tenían acceso al rey y que ocupaban los primeros puestos en el reino):
— Según la ley, ¿qué se ha de hacer con la reina Vasti, por no haber cumplido la orden del rey Asuero dada por medio de los eunucos?
Entonces Memucán dijo ante el rey y los magistrados: — La reina Vasti ha actuado mal, no solamente contra el rey, sino también contra todos los magistrados y contra todos los pueblos que están en todas las provincias del rey Asuero.
Porque la palabra de la reina llegará a todas las mujeres y las hará mirar con menosprecio a sus maridos diciendo: “El rey Asuero ordenó traer a su presencia a la reina Vasti, pero ella no fue”.