Explicación, estudio y comentario bíblico de Ester 6:7-17 verso por verso
Entonces Amán respondió al rey: — Para el hombre a quien el rey desea honrar,
que traigan la vestidura real con que se haya vestido el rey, y el caballo en que haya cabalgado el rey y pónganle una corona real sobre su cabeza.
Que entreguen la vestidura y el caballo por medio de alguno de los oficiales más nobles del rey, y que vistan a aquel hombre a quien el rey desea honrar. Haz que lo paseen a caballo por la plaza de la ciudad y proclamen delante de él: “¡Así se hace con el hombre a quien el rey desea honrar!”.
Entonces el rey dijo a Amán: — ¡Date prisa, toma la vestidura y el caballo, como has dicho, y haz eso con el judío Mardoqueo que se sienta junto a la puerta real. No omitas nada de todo lo que has dicho.
Entonces Amán tomó la vestidura y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo paseó a caballo por la plaza de la ciudad, proclamando delante de él: — ¡Así se hace con el hombre a quien el rey desea honrar!
Luego Mardoqueo volvió a la puerta real, y Amán regresó de prisa a su casa apesadumbrado y con la cabeza cubierta.
Amán contó a Zeres, su mujer, y a todos sus amigos todo lo que le había acontecido. Entonces, sus sabios y su mujer le dijeron: — Si Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, es de la descendencia de los judíos, no lo vencerás. ¡De hecho caerás delante de él!
Aún estaban ellos hablando con él cuando llegaron los eunucos del rey, y se apresuraron a llevar a Amán al banquete que Ester había preparado.