Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 10:1-15 verso por verso
El SEÑOR dijo a Moisés: — Ve al faraón, porque yo he endurecido su corazón y el corazón de sus servidores para manifestar entre ellos estas señales mías,
y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, las señales que yo hice en medio de ellos, para que sepan que yo soy el SEÑOR.
Entonces Moisés y Aarón fueron al faraón y le dijeron: — El SEÑOR, el Dios de los hebreos, ha dicho así: “¿Hasta cuándo rehusarás humillarte ante mí? Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
Si rehúsas dejarlo ir, he aquí mañana yo traeré la langosta a tu territorio;
y cubrirá la superficie de la tierra, de modo que esta no pueda verse. Devorará el resto de lo que ha escapado, lo que les ha quedado del granizo. Devorará también todos los árboles que crecen en el campo.
Y llenará tus casas, las casas de tus servidores y las casas de todos los egipcios, como nunca vieron tus padres ni tus abuelos desde que existieron sobre la tierra, hasta el día de hoy”. Moisés dio media vuelta y salió de la presencia del faraón.
Entonces los servidores del faraón le dijeron: — ¿Hasta cuándo ha de sernos este una trampa? Deja ir a esos hombres para que sirvan al SEÑOR su Dios. ¿Todavía no te das cuenta de que Egipto está destruido?
Moisés y Aarón volvieron a ser traídos ante el faraón, quien les dijo: — Vayan y sirvan al SEÑOR vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir?
Moisés respondió: — Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros ancianos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; hemos de ir con nuestras ovejas y con nuestras vacas, porque tendremos una fiesta del SEÑOR.
Y él les dijo: — ¡Sea el SEÑOR con ustedes, si yo los dejo ir a ustedes y a sus niños! ¡Vean cómo sus malas intenciones están a la vista!
¡No será así! Vayan ustedes los varones y sirvan al SEÑOR, pues esto es lo que ustedes han pedido. Y los echaron de la presencia del faraón.
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: — Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto, para que la langosta suba sobre la tierra de Egipto. Ella devorará toda la hierba de la tierra y todo lo que ha dejado el granizo.
Moisés extendió su vara sobre la tierra de Egipto, y el SEÑOR trajo un viento del oriente sobre el país, todo aquel día y toda aquella noche. Al amanecer, el viento del oriente trajo la langosta.
Esta subió sobre toda la tierra de Egipto y se posó muy densamente en todos los rincones del país. Nunca antes hubo tal plaga de langosta, ni la habrá después.
Cubrieron la superficie de toda la tierra, de modo que la tierra se oscureció. Devoraron toda la hierba de la tierra y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo. En toda la tierra de Egipto no quedó nada verde ni en los árboles ni en la hierba del campo.