Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 12:21-30 verso por verso
Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les dijo: — Saquen y tomen del rebaño para sus familias, y sacrifiquen el cordero pascual.
Tomen luego un manojo de hisopo y empápenlo en la sangre que está en la vasija, y unten el dintel y los postes de la puerta con la parte de la sangre que está en la vasija. Ninguno de ustedes salga de la puerta de su casa hasta la mañana.
Porque el SEÑOR pasará matando a los egipcios, y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará de largo aquella puerta y no dejará entrar en sus casas al destructor para matar.
Guardarán estas palabras como ley para ustedes y para sus hijos, para siempre.
Cuando hayan entrado en la tierra que el SEÑOR les dará, como lo prometió, guardarán este rito.
Y cuando les pregunten sus hijos: “¿Qué significa este rito para ustedes?”,
ustedes les responderán: “Este es el sacrificio de la Pascua del SEÑOR, quien pasó de largo las casas de los hijos de Israel cuando mató a los egipcios y libró nuestras casas”. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.
Los hijos de Israel fueron y lo hicieron; como el SEÑOR había mandado a Moisés y a Aarón, así lo hicieron.
Aconteció que a la medianoche el SEÑOR mató a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito del faraón que se sentaba en el trono, hasta el primogénito del preso que estaba en la mazmorra, y todo primogénito del ganado.
Aquella noche se levantaron el faraón, todos sus servidores y todos los egipcios, pues había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiera un muerto.