Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 14:1-18 verso por verso
El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
“Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen cerca de Pi-hajirot, entre Migdol y el mar, frente a Baal-zefón; acamparán en el lado opuesto, junto al mar.
Entonces el faraón dirá de los hijos de Israel: ‘Andan errantes por la tierra; el desierto les cierra el paso’.
Yo endureceré el corazón del faraón para que los persiga; pero yo mostraré mi gloria en el faraón y en todo su ejército, y los egipcios sabrán que yo soy el SEÑOR”. Ellos lo hicieron así.
Y cuando informaron al rey de Egipto que el pueblo huía, el corazón del faraón y de sus servidores se volvió contra el pueblo. Y dijeron: “¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, y que no nos sirva?”.
Unció su carro y tomó consigo a su gente.
Tomó seiscientos carros escogidos y todos los demás carros de Egipto con los oficiales que estaban al frente de todos ellos.
El SEÑOR endureció el corazón del faraón, rey de Egipto, y él persiguió a los hijos de Israel; pero estos salieron osadamente.
Los egipcios los persiguieron con toda la caballería, los carros del faraón, sus jinetes y su ejército; y los alcanzaron mientras acampaban junto al mar, al lado de Pi-hajirot, frente a Baal-zefón.
Cuando el faraón se había acercado, los hijos de Israel alzaron los ojos; y he aquí que los egipcios venían tras ellos. Entonces los hijos de Israel temieron muchísimo y clamaron al SEÑOR.
Y dijeron a Moisés: — ¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para morir en el desierto? ¿Por qué nos has hecho esto de sacarnos de Egipto?
¿No es esto lo que te hablamos en Egipto diciendo: “Déjanos solos, para que sirvamos a los egipcios”? ¡Mejor nos habría sido servir a los egipcios que morir en el desierto!
Y Moisés respondió al pueblo: — ¡No teman! Estén firmes y verán la liberación que el SEÑOR hará a favor de ustedes. A los egipcios que ahora ven, nunca más los volverán a ver.
El SEÑOR combatirá por ustedes, y ustedes se quedarán en silencio.
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: — ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.
Y tú, alza tu vara y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo para que los hijos de Israel pasen por en medio del mar, en seco.
Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que entren detrás de ellos, y mostraré mi gloria en el faraón y en todo su ejército, en sus carros y en sus jinetes.
Y los egipcios sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando yo muestre mi gloria en el faraón, en sus carros y en sus jinetes.