Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 15:3-11 verso por verso
“El SEÑOR es un guerrero. ¡El SEÑOR es su nombre!
Ha echado al mar los carros y al ejército del faraón. Fueron hundidos en el mar Rojo sus mejores oficiales.
Las aguas profundas los cubrieron; descendieron como piedra a las profundidades.
“Tu diestra, oh SEÑOR, ha sido majestuosa en poder; tu diestra, oh SEÑOR, ha quebrantado al enemigo.
Con la grandeza de tu poder has destruido a los que se opusieron a ti; desataste tu furor, y los consumió como a hojarasca.
Por el soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; las olas se acumularon como un dique; las aguas profundas se congelaron en medio del mar.
Dijo el enemigo: ‘Perseguiré, tomaré prisioneros y repartiré el botín; mi alma se saciará de ellos; desenvainaré mi espada, y mi mano los desalojará’.
Pero tú soplaste con tu aliento, y el mar los cubrió. Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.
“¿Quién como tú, oh SEÑOR, entre los dioses? ¿Quién como tú, majestuoso en santidad, temible en hazañas dignas de alabanza, hacedor de maravillas?