Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 16:4-21 verso por verso
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: — He aquí, yo haré llover para ustedes pan del cielo. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día; así lo pondré a prueba, si anda en mi ley o no.
Pero en el sexto día prepararán lo que han de llevar, que será el doble de lo que recogen cada día.
Moisés y Aarón dijeron a todos los hijos de Israel: — Al atardecer sabrán que el SEÑOR los ha sacado de la tierra de Egipto.
Y al amanecer verán la gloria del SEÑOR, porque él ha oído sus murmuraciones contra el SEÑOR. Pues, ¿qué somos nosotros para que murmuren contra nosotros?
— Agregó Moisés — : El SEÑOR les dará al atardecer carne para comer y al amanecer pan hasta saciarse, porque el SEÑOR ha oído las murmuraciones de ustedes contra él. Pues, ¿qué somos nosotros? Sus murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR.
Moisés dijo a Aarón: — Di a toda la congregación de los hijos de Israel: “Acérquense a la presencia del SEÑOR, pues él ha oído sus murmuraciones”.
Y sucedió que mientras Aarón hablaba a toda la congregación de Israel, miraron hacia el desierto; y he aquí, la gloria del SEÑOR se apareció en la nube.
Y el SEÑOR habló a Moisés diciendo:
— Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales diciendo: “Al atardecer comerán carne, y al amanecer se saciarán de pan, y sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios”.
Al atardecer vinieron las codornices y cubrieron el campamento. Y al amanecer había una capa de rocío alrededor del campamento.
Cuando se evaporó la capa de rocío, he aquí que sobre la superficie del desierto había una sustancia menuda, escamosa y fina como la escarcha sobre la tierra.
Al verla, los hijos de Israel se preguntaron unos a otros: — ¿Qué es esto?. Pues no sabían lo que era. Entonces Moisés les dijo: — Es el pan que el SEÑOR les da para comer.
Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: “Recojan de ello cada uno según lo que necesite para comer: como dos kilos por persona. Cada uno recogerá según el número de las personas que están en su tienda”.
Así lo hicieron los hijos de Israel. Unos recogieron más, y otros menos.
Midieron como dos kilos, y al que recogió mucho no le sobró, y al que recogió poco no le faltó. Cada uno recogió según lo que necesitaba para comer.
Y Moisés les dijo: — Ninguno guarde nada de ello hasta el día siguiente.
Pero no obedecieron a Moisés, sino que algunos guardaron algo para el día siguiente; pero crió gusanos y hedió. Y Moisés se enojó contra ellos.
Lo recogían cada mañana, cada uno según lo que necesitaba para comer; y cuando el sol calentaba, se derretía.