Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 19:9-19 verso por verso
El SEÑOR dijo a Moisés: — He aquí, yo vendré a ti en una densa nube, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo y te crea para siempre. Y Moisés repitió al SEÑOR las palabras del pueblo.
El SEÑOR dijo a Moisés: — Ve al pueblo y santifícalos hoy y mañana, y que laven sus vestidos.
Que estén preparados para el tercer día, porque al tercer día el SEÑOR descenderá sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo.
Tú señalarás un límite al pueblo, alrededor, diciendo: “Cuidado; no suban al monte ni toquen su límite. Cualquiera que toque el monte, morirá irremisiblemente.
Nadie pondrá sus manos sobre él, porque ciertamente será apedreado o muerto a flechazos; sea animal u hombre, no vivirá. Solo podrán subir al monte cuando la corneta suene prolongadamente”.
Moisés descendió del monte al encuentro del pueblo y lo santificó, y ellos lavaron sus vestidos.
Entonces dijo al pueblo: — Estén preparados para el tercer día. Absténganse de relaciones con mujer.
Aconteció al tercer día, al amanecer, que hubo truenos y relámpagos, una densa nube sobre el monte, y un fuerte sonido de corneta. Y todo el pueblo que estaba en el campamento se estremeció.
Moisés hizo salir al pueblo del campamento al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte.
Todo el monte Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en medio de fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.
Mientras el sonido de la corneta se intensificaba en extremo, Moisés hablaba, y Dios le respondía con truenos.