Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 2:2-10 verso por verso
Esta concibió y dio a luz un niño; y al ver que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses.
No pudiendo ocultarlo más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la recubrió con asfalto y brea. Colocó en ella al niño y lo puso entre los juncos a la orilla del Nilo.
La hermana del niño se mantuvo a distancia para ver lo que le acontecería.
Sucedió que la hija del faraón descendió al Nilo para bañarse. Y mientras se paseaba con sus doncellas por la ribera del Nilo, ella vio la arquilla entre los juncos y envió a una sierva suya para que la tomara.
Cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: — Este es un niño de los hebreos.
Entonces la hermana del niño preguntó a la hija del faraón: — ¿Iré a llamar una nodriza de las hebreas para que te críe al niño?
La hija del faraón respondió: — Ve. Entonces la muchacha fue y llamó a la madre del niño.
Y la hija del faraón le dijo: — Llévate a este niño y críamelo. Yo te lo pagaré. La mujer tomó al niño y lo crió.
Cuando el niño creció, ella se lo llevó a la hija del faraón. Él vino a ser para ella su hijo, y ella le puso por nombre Moisés, diciendo: “Porque de las aguas lo saqué”.