• Éxodo 20:3

    “No tendrás otros dioses delante de mí.

  • Éxodo 20:4

    “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo ni abajo en la tierra ni en las aguas debajo de la tierra.

  • Éxodo 20:5

    No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy el SEÑOR tu Dios, un Dios celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen.

  • Éxodo 20:6

    Pero muestro misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos.

  • Éxodo 20:7

    “No tomarás en vano el nombre del SEÑOR tu Dios, porque el SEÑOR no dará por inocente al que tome su nombre en vano.

  • Éxodo 20:8

    “Acuérdate del día sábado para santificarlo.

  • Éxodo 20:9

    Seis días trabajarás y harás toda tu obra,

  • Éxodo 20:10

    pero el séptimo día será sábado para el SEÑOR tu Dios. No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu animal, ni el forastero que está dentro de tus puertas.

  • Éxodo 20:11

    Porque en seis días el SEÑOR hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por eso el SEÑOR bendijo el día sábado y lo santificó.

  • Éxodo 20:12

    “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.

  • Éxodo 20:13

    “No cometerás homicidio.

  • Éxodo 20:14

    “No cometerás adulterio.

  • Éxodo 20:15

    “No robarás.

  • Éxodo 20:16

    “No darás falso testimonio contra tu prójimo.

  • Éxodo 20:17

    “No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo”.

  • Éxodo 20:18

    Todo el pueblo percibía los truenos, los relámpagos, el sonido de la corneta y el monte que humeaba. Al ver esto, ellos temblaron y se mantuvieron a distancia.

  • Éxodo 20:19

    Y dijeron a Moisés: — Habla tú con nosotros, y escucharemos. Pero no hable Dios con nosotros, no sea que muramos.

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