Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 3:6-15 verso por verso
Yo soy el Dios de tus padres: el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su cara, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
Y le dijo el SEÑOR: — Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus opresores, pues he conocido sus sufrimientos.
Yo he descendido para librarlos de la mano de los egipcios y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y amplia, una tierra que fluye leche y miel, al lugar de los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos.
Y ahora, he aquí que el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí; también he visto la opresión con que los oprimen los egipcios.
Pero ahora, ve, pues yo te envío al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los hijos de Israel.
Entonces Moisés dijo a Dios: — ¿Quién soy yo para ir al faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel?
Él respondió: — Ciertamente yo estaré contigo. Esto te servirá como señal de que yo te he enviado: Cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, servirán a Dios en este monte.
Moisés dijo a Dios: — Supongamos que yo voy a los hijos de Israel y les digo: “El Dios de sus padres me ha enviado a ustedes”. Si ellos me preguntan: “¿Cuál es su nombre?”, ¿qué les responderé?
Dios dijo a Moisés: — YO SOY EL QUE SOY. — Y añadió — : Así dirás a los hijos de Israel: “YO SOY me ha enviado a ustedes”.
— Dios dijo además a Moisés — : Así dirás a los hijos de Israel: “El SEÑOR, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes”. Este es mi nombre para siempre; este será el nombre con que seré recordado de generación en generación.