Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 30:11-21 verso por verso
El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
“Cuando hagan el censo para obtener el número de los hijos de Israel, según los que sean contados de ellos, cada uno dará al SEÑOR el rescate por su persona. Así no habrá mortandad entre ellos, cuando hayan sido contados.
Esto dará todo el que sea contado: la mitad de la moneda del santuario. Esta moneda tiene diez gramos de plata. Cinco gramos de plata será la ofrenda alzada para el SEÑOR.
Cada uno que sea contado, de veinte años para arriba, dará esta ofrenda alzada para el SEÑOR.
Al entregar la ofrenda alzada para el SEÑOR a fin de hacer expiación por sus personas, el rico no dará más ni el pobre dará menos de cinco gramos de plata.
Tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión. Ello será para que los hijos de Israel se acuerden, delante del SEÑOR, de hacer expiación por sus personas”.
El SEÑOR también habló a Moisés diciendo:
“También harás una fuente de bronce para lavarse, con su base también de bronce. La pondrás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua.
Aarón y sus hijos se lavarán en ella las manos y los pies.
Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran. Cuando se acerquen al altar para servir y presentar la ofrenda quemada al SEÑOR,
también se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Esto será un estatuto perpetuo, tanto para él como para sus descendientes, a través de sus generaciones”.