Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 34:4-28 verso por verso
Moisés labró dos tablas de piedra como las primeras. Y levantándose muy de mañana subió al monte Sinaí, como le mandó el SEÑOR, y llevó en sus manos las dos tablas de piedra.
Entonces descendió el SEÑOR en la nube, y se presentó allí a Moisés; y este invocó el nombre del SEÑOR.
El SEÑOR pasó frente a Moisés y proclamó: — ¡SEÑOR, SEÑOR, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y grande en misericordia y verdad,
que conserva su misericordia por mil generaciones, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que de ninguna manera dará por inocente al culpable; que castiga la maldad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación!
Entonces Moisés se apresuró a bajar la cabeza hacia el suelo, y se postró
diciendo: — Oh Señor, si he hallado gracia ante tus ojos, vaya por favor el Señor en medio de nosotros, aunque este sea un pueblo de dura cerviz. Perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y acéptanos como tu heredad.
El SEÑOR le dijo: — He aquí, yo hago un pacto frente a todo tu pueblo: Haré maravillas como nunca fueron hechas en toda la tierra y en ninguna de las naciones. Todo el pueblo, en medio del cual estás, verá la obra del SEÑOR; porque algo temible haré para con ustedes.
Guarda lo que yo te mando hoy. »He aquí, yo echaré de tu presencia a los amorreos, cananeos, heteos, ferezeos, heveos y jebuseos.
Guárdate, no sea que hagas alianza con los habitantes de la tierra a donde vas, de manera que eso sea de tropiezo en medio de ti.
Ciertamente derribarás sus altares, romperás sus imágenes y eliminarás sus árboles rituales de Asera.
Porque no te postrarás ante otro dios, pues el SEÑOR, cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso.
No sea que hagas alianza con los habitantes de aquella tierra, y cuando ellos se prostituyan tras sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten y tú comas de sus sacrificios;
o que al tomar tú sus hijas para tus hijos y al prostituirse ellas tras sus dioses, hagan que tus hijos se prostituyan tras los dioses de ellas.
»No te harás dioses de fundición.
»Guardarás la fiesta de los Panes sin levadura. Siete días comerás panes sin levadura, como te he mandado, en el tiempo señalado del mes de Abib; porque en el mes de Abib saliste de Egipto.
»Todo primogénito que abre la matriz es mío; de tu ganado consagrarás el primogénito que sea macho de vaca o de oveja.
Pero rescatarás con un cordero al primogénito del asno; y si no lo rescatas, le romperás la nuca. También rescatarás todo primogénito varón de tus hijos, y nadie se presentará delante de mí con las manos vacías.
»Seis días trabajarás, pero en el séptimo día descansarás. Aun en el tiempo de la siembra y de la siega descansarás.
»Celebrarás la fiesta de Pentecostés, es decir, la de las primicias de la siega del trigo, y también la fiesta de la Cosecha a la vuelta del año.
Tres veces al año se presentarán todos tus hombres delante del SEÑOR Dios, Dios de Israel.
Porque yo expulsaré las naciones de tu presencia y ensancharé tus territorios. Nadie codiciará tu tierra mientras tú vayas tres veces al año para presentarte delante del SEÑOR tu Dios.
»No ofrecerás la sangre de mi sacrificio junto con algo que tenga levadura. »No quedará nada del sacrificio de la fiesta de la Pascua hasta la mañana.
»Traerás lo mejor de las primicias de tu tierra a la casa del SEÑOR tu Dios. »No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: — Escribe estas palabras, porque conforme a ellas he hecho pacto contigo y con Israel.
Moisés estuvo allí con el SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches. No comió pan ni bebió agua. Y en las tablas escribió las palabras del pacto: los Diez Mandamientos.