Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 37:7-18 verso por verso
También hizo los dos querubines; de oro modelado a martillo los hizo en los dos extremos del propiciatorio.
Un querubín estaba en un extremo, y el otro querubín en el otro extremo. De una sola pieza con el propiciatorio hizo los querubines en sus dos extremos.
Los querubines extendían las alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio. Sus caras estaban una frente a la otra; las caras de los querubines estaban mirando hacia el propiciatorio.
Hizo también la mesa de madera de acacia. Era de noventa centímetros de largo, de cuarenta y cinco centímetros de ancho y de sesenta y cinco centímetros de alto.
La recubrió de oro puro y le hizo una moldura de oro alrededor.
Le hizo también un marco alrededor, de siete centímetros de ancho, y al marco le hizo una moldura de oro alrededor.
Le hizo cuatro aros de oro fundido y los puso en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas.
Próximos al marco estaban los aros donde se colocaban las varas para llevar la mesa.
Hizo también las varas de madera de acacia, para llevar la mesa, y las recubrió de oro.
También hizo de oro puro los utensilios que habrían de estar sobre la mesa: sus platos, sus cucharas, sus tazones y sus vasijas para la ofrenda ritual de un líquido.
Hizo también el candelabro de oro puro modelado a martillo. El candelabro con su base, su tallo, sus cálices, sus botones y sus flores era de una sola pieza.
Seis brazos salían de sus lados: tres brazos del candelabro de un lado, y tres brazos del candelabro del otro lado.