• Éxodo 4:21

    Y el SEÑOR dijo a Moisés: — Cuando estés de regreso en Egipto, haz en presencia del faraón todas las señales que he puesto en tu mano. Sin embargo, yo endureceré su corazón, y él no dejará ir al pueblo.

  • Éxodo 4:22

    Entonces dirás al faraón: “Así ha dicho el SEÑOR: ‘Israel es mi hijo, mi primogénito.

  • Éxodo 4:23

    Yo te digo que dejes ir a mi hijo para que me sirva. Si rehúsas dejarlo ir, he aquí que yo mataré a tu hijo, a tu primogénito’ ”.

  • Éxodo 4:24

    Aconteció en el camino, en una posada, que el SEÑOR le salió al encuentro y procuró matarlo.

  • Éxodo 4:25

    Entonces Séfora tomó un pedernal afilado, cortó el prepucio de su hijo y tocó con él los pies de Moisés, diciendo: — ¡De veras, tú eres para mí un esposo de sangre!

  • Éxodo 4:26

    Entonces él desistió. Ella había dicho “esposo de sangre” a causa de la circuncisión.

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