Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 4:22-31 verso por verso
Entonces dirás al faraón: “Así ha dicho el SEÑOR: ‘Israel es mi hijo, mi primogénito.
Yo te digo que dejes ir a mi hijo para que me sirva. Si rehúsas dejarlo ir, he aquí que yo mataré a tu hijo, a tu primogénito’ ”.
Aconteció en el camino, en una posada, que el SEÑOR le salió al encuentro y procuró matarlo.
Entonces Séfora tomó un pedernal afilado, cortó el prepucio de su hijo y tocó con él los pies de Moisés, diciendo: — ¡De veras, tú eres para mí un esposo de sangre!
Entonces él desistió. Ella había dicho “esposo de sangre” a causa de la circuncisión.
Entonces el SEÑOR dijo a Aarón: — Ve al desierto, al encuentro de Moisés. Él fue y lo encontró en el monte de Dios, y lo besó.
Entonces Moisés refirió a Aarón todas las palabras que el SEÑOR lo enviaba a decir y todas las señales que lo mandaba hacer.
Moisés y Aarón fueron, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel.
Aarón relató todas las cosas que el SEÑOR había dicho a Moisés, y este hizo las señales ante los ojos del pueblo.
El pueblo creyó; y al oír que el SEÑOR había visitado a los hijos de Israel y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.