Explicación, estudio y comentario bíblico de Éxodo 40:23-38 verso por verso
Colocó sobre ella en orden el pan delante del SEÑOR, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
Colocó el candelabro en el tabernáculo de reunión, frente a la mesa, en el lado sur del tabernáculo.
Luego encendió las lámparas delante del SEÑOR, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
Luego colocó el altar de oro en el tabernáculo de reunión, delante del velo.
Y quemó sobre él incienso aromático, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
Puso, asimismo, la cortina a la entrada del tabernáculo.
Colocó el altar del holocausto a la entrada de la morada, el tabernáculo de reunión, y sobre él ofreció el holocausto y la ofrenda vegetal, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
Colocó la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y puso en ella agua para lavarse.
Moisés, Aarón y sus hijos lavaban en ella sus manos y sus pies.
Cuando entraban en el tabernáculo de reunión y cuando se acercaban al altar, se lavaban, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
Finalmente, hizo levantar el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la entrada del atrio. Y así Moisés acabó la obra.
Entonces la nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria del SEÑOR llenó la morada.
Moisés no podía entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria del SEÑOR había llenado la morada.
En todas sus etapas, cuando la nube se levantaba del tabernáculo, los hijos de Israel partían;
pero si la nube no se levantaba, no partían hasta el día en que ella se levantaba.
Porque en todas sus etapas, la nube del SEÑOR estaba de día sobre el tabernáculo; y el fuego estaba allí de noche, a la vista de toda la casa de Israel.