• Éxodo 8:21

    Porque si no dejas ir a mi pueblo, he aquí yo enviaré una nube de moscas sobre ti y sobre tus servidores, sobre tu pueblo y dentro de tus casas. Y las casas de los egipcios se llenarán de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén.

  • Éxodo 8:22

    Pero el mismo día yo excluiré la tierra de Gosén, donde habita mi pueblo, para que no vaya allí la nube de moscas, a fin de que sepas que yo, el SEÑOR, estoy en medio de la tierra.

  • Éxodo 8:23

    Yo haré distinción entre mi pueblo y el tuyo. Mañana tendrá lugar esta señal”.

  • Éxodo 8:24

    El SEÑOR lo hizo así: Vino una densa nube de moscas sobre la casa del faraón, sobre las casas de sus servidores, y sobre toda la tierra de Egipto. La tierra quedó devastada a causa de ellas.

  • Éxodo 8:25

    Entonces el faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: — Vayan, ofrezcan sacrificios a su Dios, dentro del país.

  • Éxodo 8:26

    Moisés respondió: — No conviene que lo hagamos así, porque ofreceríamos como sacrificio al SEÑOR lo que es una abominación a los egipcios. Si sacrificáramos en presencia de los egipcios lo que para ellos es una abominación, ¿no nos apedrearían?

  • Éxodo 8:27

    Iremos a tres días de camino por el desierto y ofreceremos sacrificios al SEÑOR, según él nos diga.

  • Éxodo 8:28

    El faraón dijo: — Yo los dejaré ir para que ofrezcan sacrificios al SEÑOR su Dios en el desierto, con tal que no se vayan demasiado lejos. Rueguen por mí.

  • Éxodo 8:29

    Respondió Moisés: — He aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré al SEÑOR, y él hará que mañana la nube de moscas se aparte del faraón, de sus servidores y de su pueblo, con tal que el faraón no se vuelva a burlar, no dejando ir al pueblo para ofrecer sacrificios al SEÑOR.

Continúa después de la publicidad