• Éxodo 9:31

    El lino y la cebada fueron destruidos, porque la cebada estaba en espiga y el lino en flor.

  • Éxodo 9:32

    Pero el trigo y el centeno no fueron destruidos, pues eran tardíos.

  • Éxodo 9:33

    Después de haber salido de la presencia del faraón y de la ciudad, Moisés extendió sus manos al SEÑOR, y cesaron los truenos y el granizo; y no cayó más lluvia sobre la tierra.

  • Éxodo 9:34

    Entonces, al ver que habían cesado la lluvia, el granizo y los truenos, el faraón volvió a pecar. Tanto él como sus servidores endurecieron su corazón.

  • Éxodo 9:35

    El corazón del faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel, tal como el SEÑOR lo había dicho por medio de Moisés.

Continúa después de la publicidad