Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 1:18-20 verso por verso
Sus aros eran altos y aterradores, y los aros de las cuatro ruedas estaban llenos de ojos alrededor.
Cuando los seres vivientes se desplazaban, también se desplazaban las ruedas que estaban junto a ellos. Cuando los seres se elevaban de la tierra, las ruedas también se elevaban.
Iban adondequiera que el espíritu fuera, y las ruedas también se elevaban junto con ellos, pues el espíritu de cada ser viviente estaba también en las ruedas.