Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 18:19-32 verso por verso
“Y si ustedes preguntan: ‘¿Por qué es que el hijo no cargará con el pecado de su padre?’, es porque el hijo practicó el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los puso por obra; por eso vivirá.
El alma que peca, esa morirá. El hijo no cargará con el pecado del padre, ni el padre cargará con el pecado del hijo. La justicia del justo será sobre él, y la injusticia del impío será sobre él.
“Pero si el impío se aparta de todos sus pecados que cometió, guarda todos mis estatutos y practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá; no morirá.
No le serán recordadas todas sus transgresiones que cometió; por la justicia que hizo vivirá.
¿Acaso quiero yo la muerte del impío?, dice el SEÑOR Dios. ¿No vivirá él, si se aparta de sus caminos?
Pero si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, conforme a todas las abominaciones que hace el impío, ¿vivirá él? Ninguna de las acciones justas que hizo vendrán a la memoria; por la infidelidad que cometió y por el pecado que cometió, por ellos morirá.
“Sin embargo, dicen: ‘No es correcto el camino del Señor’. Oigan, oh casa de Israel: ¿No es correcto mi camino? ¿No son, más bien, sus caminos los incorrectos?
Si el justo se aparta de su justicia y hace injusticia, por ello morirá; por la injusticia que hizo morirá.
Y si el impío se aparta de la maldad que hizo, y practica el derecho y la justicia, hará vivir su alma.
Por cuanto mira y se aparta de todas las transgresiones que cometió, ciertamente vivirá; no morirá.
“Sin embargo, la casa de Israel dice: ‘No es correcto el camino del Señor’. ¿Acaso mis caminos son incorrectos, oh casa de Israel? ¿No son, más bien, los caminos de ustedes los incorrectos?
Por tanto, yo los juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice el SEÑOR Dios. Arrepiéntanse y vuelvan de todas sus transgresiones, para que la iniquidad no les sea causa de tropiezo.
Echen de ustedes todas sus transgresiones que han cometido, y adquieran un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué han de morir, oh casa de Israel?
Ciertamente, yo no quiero la muerte del que muere, dice el SEÑOR Dios. ¡Arrepiéntanse y vivan!