Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 20:12-20 verso por verso
También les di mis sábados para que fueran una señal entre ellos y yo, para que supieran que yo soy el SEÑOR, el que los santifico.
Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto; no anduvieron en mis estatutos. Más bien, rechazaron mis decretos, los cuales, el hombre que los cumpla, por ellos vivirá. Y profanaron gravemente mis sábados, por lo cual dije que derramaría sobre ellos mi ira en el desierto, para acabar con ellos.
Pero actué por causa de mi nombre, para no ser profanado a vista de las naciones, ante cuya vista los saqué.
También en el desierto alcé mi mano, jurándoles que no los llevaría a la tierra que les había dado, que fluye leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras.
Fue porque rechazaron mis decretos, no anduvieron en mis estatutos y profanaron mis sábados; porque el corazón de ellos se iba tras sus ídolos.
A pesar de ello, mi ojo les tuvo lástima, para no destruirlos, y no acabé con ellos en el desierto.
“Y dije a sus hijos en el desierto: ‘No anden según las leyes de sus padres; no guarden sus decretos ni se contaminen con sus ídolos.
Yo soy el SEÑOR su Dios. Anden según mis estatutos, guarden mis decretos y pónganlos por obra.
Santifiquen mis sábados, y serán una señal entre mí y ustedes, para que se sepa que yo soy el SEÑOR su Dios’.