Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 22:1-13 verso por verso
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
“Tú, oh hijo de hombre, ¿juzgarás a la ciudad derramadora de sangre? ¿La juzgarás? ¿Le mostrarás todas sus abominaciones?
Tú, pues, dirás que así ha dicho el SEÑOR Dios: ‘¡Ciudad que derrama sangre en medio de sí, para que venga su hora, y que se ha hecho ídolos para contaminarse!
Eres culpable por la sangre que has derramado, y te has contaminado con los ídolos que hiciste. Tú has hecho que se acerque tu día y has llegado al término de tus años. Por tanto, te he entregado como afrenta a las naciones y como objeto de burla a todos los países.
Los que están cerca y los que están lejos harán burla de ti, ¡oh ciudad de nombre manchado y de gran confusión!
“‘He aquí que los gobernantes de Israel, cada uno según su poder, están en ti solamente para derramar sangre.
En ti desprecian al padre y a la madre; en medio de ti tratan con abuso al extranjero; en ti explotan al huérfano y a la viuda.
Menosprecias mis cosas sagradas y profanas mis sábados.
En ti hay calumniadores listos a derramar sangre; en ti están los que comen sobre los montes. En medio de ti cometen infamia:
En ti descubren la desnudez del padre; en ti mancillan a la mujer que está impura por su menstruación.
En ti está el hombre que comete abominación con la mujer de su prójimo, el que contamina pervertidamente a su nuera y el que mancilla a su hermana, hija de su padre.
En ti reciben soborno para derramar sangre. Cobras usura e intereses, y te aprovechas de tu prójimo con extorsión. Te has olvidado de mí’, dice el SEÑOR Dios.
“‘He aquí que golpeo con mi mano a causa de las ganancias deshonestas que has conseguido, y a causa de la sangre que hay en medio de ti.