• Ezequiel 24:16

    — Oh hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe la delicia de tus ojos. Pero tú no harás duelo ni llorarás ni correrán tus lágrimas.

  • Ezequiel 24:17

    Gime en silencio; no guardes el luto por los muertos. Cíñete el turbante y pon las sandalias en tus pies. No te cubras los labios ni comas pan de duelo.

  • Ezequiel 24:18

    Hablé, pues, al pueblo por la mañana, y al anochecer murió mi esposa. Y a la mañana siguiente hice como me había sido ordenado.

  • Ezequiel 24:19

    Entonces me dijo el pueblo: — ¿No nos dirás qué significan para nosotros estas cosas que tú haces?

  • Ezequiel 24:20

    Y les respondí: — La palabra del SEÑOR vino a mí diciendo:

  • Ezequiel 24:21

    “Di a la casa de Israel que así ha dicho el SEÑOR Dios: ‘He aquí, yo mismo profano mi santuario, el orgullo del poderío de ustedes, la delicia de sus ojos, el anhelo de su alma. Sus hijos y sus hijas que abandonaron caerán a espada,

  • Ezequiel 24:22

    y ustedes harán como yo he hecho: No se cubrirán los labios ni comerán pan de duelo.

  • Ezequiel 24:23

    Sus turbantes estarán sobre sus cabezas, y sus sandalias en sus pies; no harán duelo ni llorarán. Más bien, se pudrirán en sus pecados y gemirán unos por otros.

  • Ezequiel 24:24

    Ezequiel, pues, les servirá de señal; harán de acuerdo con todas las cosas que él ha hecho. Cuando esto se cumpla, sabrán que yo soy el SEÑOR Dios’.

  • Ezequiel 24:25

    “Y con respecto a ti, oh hijo de hombre, el día en que yo quite de ellos su poderío, el gozo de su esplendor, la delicia de sus ojos y el anhelo de sus almas, y también a sus hijos y a sus hijas;

  • Ezequiel 24:26

    en aquel día uno que haya escapado vendrá a ti para traerte la noticia.

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