Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 26:1-10 verso por verso
Aconteció en el primer día del mes primero del año once que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
“Oh hijo de hombre, por cuanto Tiro ha dicho con respecto a Jerusalén: ‘¡Bravo! ¡Ha sido quebrantada la que era puerta de los pueblos! ¡Se ha vuelto hacia mí! ¡Yo estaré llena, y ella desolada!’,
por eso, así ha dicho el SEÑOR Dios: ‘He aquí, oh Tiro, yo estoy contra ti. Contra ti haré subir muchas naciones, como el mar hace subir sus olas’.
Arruinarán los muros de Tiro y destruirán sus torreones. Barreré de ella sus escombros y la convertiré en una roca desnuda.
Será un tendedero de redes en medio del mar, porque yo he hablado, dice el SEÑOR Dios. Será saqueada por las naciones,
y sus hijas que están en el campo serán muertas a espada. Y sabrán que yo soy el SEÑOR”.
Porque así ha dicho el SEÑOR Dios: “He aquí que del norte traeré contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros, jinetes y una gran multitud de soldados.
A sus hijas que están en el campo matará a espada, y contra ti pondrá un muro de asedio. Levantará contra ti terraplén y alzará contra ti el escudo.
Contra tus murallas dirigirá el golpe de sus arietes, y con sus barras destruirá tus torreones.
Por causa de la multitud de sus caballos, te cubrirá el polvo que levantarán. Tus murallas temblarán por el estruendo de los jinetes y de las ruedas de sus carros, cuando él entre por tus puertas como uno entra por las brechas en una ciudad destrozada.