Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 26:11-19 verso por verso
Con los cascos de sus caballos atropellará todas tus calles. A tu gente matará a espada, y tirará por tierra los monumentos conmemorativos de tu poderío.
Tomarán tus riquezas como botín y saquearán tus mercaderías. Destruirán tus muros y demolerán tus lujosas casas. Y tus piedras, tu madera y tus escombros los arrojarán en medio de las aguas.
Haré cesar el bullicio de tus canciones; no se volverá a oír el sonido de tus arpas.
Te convertiré en una roca desnuda, y serás un tendedero de redes. Nunca más serás edificada, porque yo, el SEÑOR, he hablado”, dice el SEÑOR Dios.
Así ha dicho el SEÑOR Dios a Tiro: “¿Acaso no temblarán las costas a causa del estruendo de tu caída, cuando giman los heridos, cuando se lleve a cabo la matanza en medio de ti?
Entonces todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus ropas bordadas. Se vestirán de estremecimiento y se sentarán sobre la tierra, temblando a cada instante. Estarán atónitos a causa de ti.
Entonarán un lamento por ti y te dirán: ‘¡Cómo has perecido, oh ciudad alabada, que fuiste poblada por gente de mar! ‘Era poderosa en el mar, ella y sus moradores. Ellos impusieron su terror sobre todos sus habitantes.
‘Ahora tiemblan las costas por el día de tu caída. Las costas del mar se espantan a causa de tu final’ ”.
Porque así ha dicho el SEÑOR Dios: “Cuando yo te convierta en una ciudad destruida como las ciudades que no han vuelto a ser habitadas, cuando haga subir sobre ti el océano y te cubran las muchas aguas,