Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 27:2-10 verso por verso
“Tú, oh hijo de hombre, entona un lamento por Tiro.
Dirás a Tiro, que está asentada a la entrada del mar y comercia con los pueblos de muchas costas, que así ha dicho el SEÑOR Diosa: “Oh Tiro, tú has dicho: ‘Yo soy de completa hermosura’.
En el corazón de los mares están tus fronteras; los que te construyeron hicieron completa tu hermosura.
Con cipreses de Senir construyeron tus paredes. Tomaron un cedro del Líbano para hacer un mástil sobre ti.
Con encinas de Basán hicieron tus remos; hicieron tu cubierta con marfil y con cipreses de las costas de Quitim.
Tu vela fue de lino bordado de Egipto, para servirte de bandera. Tu toldo fue de material azul y de púrpura de las costas de Elisa.
Los habitantes de Sidón y de Arvad fueron tus remeros. Tus expertos, oh Tiro, estaban en ti y fueron tus timoneles.
Los ancianos de Biblos y sus sabios reparaban tus desperfectos. Todos los barcos del mar y sus marinero estuvieron en ti para hacer contigo intercambio.
“Persas, lidios y libios estaban en tu ejército como tus hombres de guerra. Escudos y cascos colgaban en ti; ellos te daban tu esplendor.