Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 27:25-36 verso por verso
“Las naves de Tarsis eran tus flotas que llevaban tus mercancías. Te llenaste y te hiciste muy opulenta en el corazón de los mares.
Los que navegaban contigo te condujeron por las muchas aguas, pero el viento de oriente te destrozó en el corazón de los mares.
“En el día de tu caída caerán en medio de los mares: tus riquezas, tus mercaderías, tus productos, tus marineros, tus timoneles, los que reparaban tus desperfectos, los agentes de tu intercambio, todos tus hombres de guerra que están en ti, y toda la multitud que se halla en medio de ti.
Ante el griterío de tus timoneles se estremecerán los campos de alrededor,
y descenderán de tus barcos todos los que toman el remo. Los marineros y todos los timoneles del mar quedarán de pie en tierra.
Harán oír su voz por ti; gritarán amargamente. Echarán polvo sobre sus cabezas y se revolcarán en la ceniza.
Se raparán la cabeza a causa de ti y se ceñirán con cilicio. Con amargura de alma llorarán por ti con amargo duelo.
En medio de su llanto entonarán por ti un lamento; por ti lamentarán diciendo: ‘¡Quién como Tiro, la que ha sido silenciada en medio del mar!’.
“Cuando tus mercaderías salían por los mares, saciabas a muchos pueblos. A los reyes de la tierra enriqueciste con la abundancia de tus bienes y de tus productos.
Ahora que eres quebrantada en los mares, en lo profundo de las aguas, tus productos y toda tu tripulación han caído en medio de ti.
Todos los habitantes de las costas se horrorizan a causa de ti. Sus reyes están muy aterrorizados, y sus rostros son abatidos.
Los mercaderes de los pueblos silban a causa de ti. Has venido a ser objeto de espanto, y dejarás de existir para siempre”.