Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 29:8-16 verso por verso
Por eso, así ha dicho el SEÑOR Dios, he aquí que yo traigo la espada contra ti, y exterminaré en ti a los hombres y a los animales.
La tierra de Egipto será convertida en desolación y ruinas. Y sabrán que yo soy el SEÑOR. “Por cuanto has dicho: ‘¡Mío es el Nilo, pues yo lo hice!’,
he aquí que por eso yo estoy contra ti y contra tus canales. Convertiré la tierra de Egipto en una ruina completa, una desolación desde Migdol y Asuán hasta la frontera con Etiopía.
No pasará por ella pie de hombre ni pata de animal pasará por ella. No será habitada durante cuarenta años.
Pues convertiré la tierra de Egipto en una desolación en medio de las tierras desoladas, y sus ciudades estarán arruinadas durante cuarenta años. Dispersaré a los egipcios entre las naciones y los esparciré por los países”.
Porque así ha dicho el SEÑOR Dios: “Al final de los cuarenta años reuniré a los egipcios de entre los pueblos donde habrán sido dispersados,
y restauraré de la cautividad a Egipto. Los haré volver a la tierra de Patros, la tierra de su origen. Allí formarán un reino modesto;
será modesto en comparación con los otros reinos. Nunca más se enaltecerán sobre las naciones; porque los reduciré, para que no se enseñoreen de las naciones.
Nunca más serán objeto de confianza para la casa de Israel, que les haga recordar el pecado de volverse hacia ellos. Y sabrán que yo soy el SEÑOR Dios”.