• Ezequiel 3:4

    Entonces me dijo: “Oh hijo de hombre, ve, acércate a la casa de Israel y háblales mis palabras;

  • Ezequiel 3:5

    porque no eres enviado a un pueblo de habla misteriosa ni de lengua difícil, sino a la casa de Israel;

  • Ezequiel 3:6

    no a muchos pueblos de habla misteriosa y de lengua difícil, cuyas palabras no entiendes. Si a ellos te enviara, ellos sí te escucharían.

  • Ezequiel 3:7

    Pero los de la casa de Israel no te querrán escuchar, porque no me quieren escuchar a mí. Pues todos los de la casa de Israel son de frente dura y tienen el corazón empedernido.

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